Un estudio holandés ha comprobado que la gente que toma 15 gramos de frutos secos cada día, lo que equivale a medio puñadito, tiene menos riesgo de morir por enfermedades crónicas importantes que las que no lo toman. Los autores del trabajo explican y dejan claro: "La lista incluye también los cacahuetes, que son legumbres en realidad, pero no la mantequilla de cacahuete".
Las patologías que más reduciría la mortalidad por el consumo de frutos secos son enfermedades respiratorias, enfermedades neurodegenerativas, diabetes, cáncer y enfermedad cardiovascular. Aunque parezca mentira, es cierto. Incluso los propios investigadores, de la Universidad de Maastricht, se mostraron sorprendidos de que la reducción de la mortalidad se produzca consumiendo apenas 15 gramos de frutos secos al día.
El secreto de ellos está en sus nutrientes que nos aportan grasas monoinsaturadas (como las del aceite de oliva), omega-3, vitaminas y minerales, fibra, antioxidantes y otros compuestos bioactivos. Todos se juntan para proteger nuestras células y hasta nuestro ADN.
Ahora bien, los expertos advierten: "¡Cuidado con la sal y los aceites que a menudo se añaden a los frutos secos envasados!". Se recomiendan los naturales, sin añadidos de ningún tipo. Además de como tentempié, pruebe a incorporarlos a ensaladas, pastas y salsas.
Por último, han aclarado: "Curiosamente, un mayor consumo no reduce más el riesgo de mortalidad".